LEDS By_Sadico182

lunes, 9 de agosto de 2010

Análisis - Disciples III: Renaissance

Es posible que el nombre Disciples III: Renaissance no suene mucho en tu diccionario, sin embargo, es importante remarcar que ha estado en desarrollo desde hace cinco años. Lo que hay que saber es que los dos títulos anteriores de la serie fueron desarrollados por Strategy First, pero fue así en el tercero. En este caso, Strategy First pasó a ser la productora del título, dejándole el rol de desarrollador a Akella, quienes crearon Age of Pirates y Sea Dogs III, entre otros.

La campaña de Disciples III es gigante y muy larga. Desde el comienzo puedes elegir entre tres facciones y cada una de ellas tiene una historia para contar que se une en una sola trama al final. El problema principal con este aspecto, es que la mayor parte de la narrativa se encuentra en largos textos en los tiempos de carga. Y entre las malas voces y la repetitiva música, no queda mucho por rescatar en ese sentido.

Tú controlas héroes y cada uno de ellos pueden ser mejorados y personalizados.

Pero en realidad hay bastante que los jugadores de ordenador pueden encontrar aquí, aunque no sea claro, porque más allá del excelente combate, el tutorial hace un pésimo trabajo ayudándote a entender las complejidades del sistema. A la hora de explorar el mapa, lo hacés mediante alguno de los héroes y puedes tener hasta tres al mismo tiempo. Y aunque en el mapa solo mueves al héroe, cada uno de ellos tiene un ejército que lo ayuda en las batallas.

En todo este aspecto, Disciples III es un RPG tradicional, porque cada uno de los héroes puede ser modificado a gusto y puedes utilizar mucho del loot, elementos y experiencia que recoges en tus viajes, para mejorarlo. Para esto utilizas un amplio árbol de habilidades, donde puedes mejorarlos en distintos aspectos y elegir qué clase de personaje será y cómo combatirá en el campo.

El combate es muy bueno, pero puede volverse monótono en las últimas etapas.
El ejército funciona de una manera diferente, porque solo pueden subir de nivel por la experiencia obtenida en las batallas y también mediante construcciones que puedes hacer en tu base y que también tiene su propio árbol de mejora. Todos estos sistemas son muy complejos y, nuevamente, es una lástima que no sea explicado de una manera correcta para quien no está acostumbrado. Porque si no tomas las decisiones correctas en el trono, entonces tu ejército se verá afectado negativamente en su desempeño.

Y como mucho del juego en sí, el combate es complejo, pero tácticamente emocionante y adictivo. El plano está dividido en hexágonos y tú tienes control de tu héroe y su ejército, que está dividio por clases. Cada una de estas clases tiene una apariencia muy definida y poderes especiales, ya sean mágicos o físicos. Y aunque a primera vista parece que hay mucha táctica involucrada, la falta de desafío por parte de la inteligencia artificial mata el sueño de batallas largas y complejas. Solo los jefes finales necesitan de esfuerzo, pero no a un punto muy alto.

El detalle y diseño de las unidades es excelente.

Las primeras exploraciones que haces en el mundo abierto son muy interesantes, a medida que tomas nodos de control y ves cómo el mundo cambia dependiendo de tu alineación en la narrativa. Sin embargo, a la larga tanto el combate como la exploración se vuelven repetitivos y monótonos porque eventualmente se queda sin sorpresas. Es posible que los sigas disfrutando si realmente amas el combate, pero si estás acostumbrado a que los juegos te mantengan atrapado a fuerza de sorpresas, entonces eventualmente terminarás muy aburrido.

Disciples III puede ser un juego de opiniones variadas, pero si hay algo que es indiscutible es el aspecto gráfico. Los escenarios están muy detallados y tienen un excelente diseño que no se ve en otros juegos. Cada una de las zonas es muy diferente y pintoresca. Lo mismo va para los personajes principales y los enemigos, cuyos diseños van mucho más allá de lo que el motor gráfico es capaz de reproducir en pantalla.




           



Disciples III es un gran e imperfecto juego en una época donde la única manera de triunfar siendo un título exclusivo para PC es impactando. Y sin dudas hace un excelente trabajo con sus gráficos, pero entre los complejos sistemas y la poca explicación, dudamos que pueda acaparar a muchos jugadores. De todos modos, si eres un jugador de ordenador de sangre y desayunas esta clase de juegos todas las mañanas, podrías llevarte una grata sorpresa. No es perfecto, pero sí muy disfrutable. Puedes conseguir Disciples III: Renaissance exclusivamente para PC en Steam por €32,20.

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